Día 3 - Coroico (durante el día)

Llegó por nosotros Johnny, nuestro amable chofer (y guía de los próximos días), acompañado de su linda familia (Rosa y Ana Lucía), y salimos camino a Coroico. Luego de una hora de camino, ya fuera de la ciudad y entre montañas, nos llevaron a la Apacheta, La Cumbre, a 4800m de altura, donde le pedimos al ente o guardián de la montaña (que está representado por un Cristo - leve choque de culturas) que nos dejara recorrer el camino. Ahí también pudimos ver a una familia haciendo una mesa, unofrecimiento/ritual que se hace para pedirle a Pachamama por algo específico, donde se ponen flores, matas, azúcar, figuras hechas de azúcar con la petición especial que tienen, algún sacrificio (aquí es donde se usan los fetos de llama - que nos explicaron que en realidad no las hacen abortar, más bien las llamas son los animales chineados de la zona y los cuidan muchísimo, especialmente a sus bebés, pero tienen muchos problemas en los partos y a veces abortan; estos son los fetos que se usan para estos rituales, haciendo el ofrecimiento, a mi parecer, aún más puro y sagrado) y licor o frutas. Es impresionante poder ver en persona esté hermoso ritual, oficiado por un yatiri - sacerdote que hace la ceremonia. 

Seguimos el camino y paramos después de un control a hacer una parada técnica y nos topamos con la sorpresa de que no habían puertas. Así como lo lee. No puertas. Esto es una de mis pesadillas más recurrentes, desde hace mucho tiempo, y hoy tuve que enfrentarla. ¿Trauma superado? No lo sé aún. Luego nos explicaron que esto no es lo normal, que hace poco estaban las puertas. ¿Eso significa que no tendrá que volver a pasar durante el viaje? ¡Por favor! 

Para llegar a Coroico, nos fuimos por el camino antiguo (el nuevo lleva solo 10 años de existencia así que tan antiguo no es este!), también conocido (en realidad, oficialmente llamado) como El Camino de la Muerte. Si alguno de ustedes es fan del programa Top Gear, seguro que vieron el especial donde vienen a Bolivia y pasan por una calle angostita, con montaña intensa de un lado y guindo (conocido aquí como fondo) intenso del otro. Pues por ahí pasamos. 

Son 32km de callecita angosta de lastre que debe recorrerse de tu lado izquierdo (antes se usaba para sacar carga, entonces el peso debía ir del lado de adentro de la montaña), con una vista magnífica de las montañas, imponentemente altas a tus lados. Además, con varias cascadas que caen desde la montaña sobre la calle. Pudimos caminar incluso debajo de estas. 

(El pueblito que se ve allí arriba es Coroico) 

Cuando llegamos a Coroico, subimos un poco más para llegar a nuestro hotel - la finca de café, Shanti, (o Rincón Munaipata) donde doña Mari nos recibió con un delicioso y amoroso almuerzo (nada de llama) acompañado de frescos de flor de Jamaica y Sultana (hecho a partir de la cáscara del café) y luego Don Andrés nos llevó a hacer un tour de café. Como les comenté antes, esta zona es más tropical, estamos a 1500msnm, por lo que el clima es más similar a Costa Rica (aunque no hay tanto mosquito!); por lo tanto, crece café en esta zona. Cuando nos dijeron que íbamos a un tour de café estuvimos un poco quitados ("vivimos en un país cafetalero, cómo vamos a ir aún tour de café!") pero estamos aquí, y es parte del país y no vamos a privarnos de conocer o probar nada. Así que, al tour con Don Andrés nos fuimos. Y, wow. Eso es todo lo que puedo decir. Nunca había ido a un tour de café, en realidad, y duramos más de dos horas entre explicaciones detalladas, pruebas, preguntas, etc. Fue increíble poder ver todo este proceso que hacen. Además, en esta finca (que es de un suizo que viven en La Paz, pero los que trabajan aquí son personas de la zona) se esfuerzan mucho por hacer pruebas en la siembra, la cosecha, la producción, haciendo diversas mezclas, tanto en la planta como en el café ya molido. Es muy bonito ver cómo hacen estas pruebas con mucha inventiva y mucho mucho cariño. Luego, pasamos a la cata y degustación de café, donde nos pusieron a probar diferentes tazas de café - desde el aroma del grano, aroma ya con agua y sabor ya listo. Para terminar, nos dieron un delicioso capuchino con el café ganador. 

Luego de ver el show del atardecer con las nubes, las montañas de diversos tonos azules y verdes, las flores de muchos colores y olores y el sonido de los grillos de fondo, pasamos a la deliciosa cena - mami comió llama y rosti de yuca preparados con una salsa especial de café preparada en la casa, nosotros spaghetti con un pesto delicioso, igualmente acompañado con sultana y flor de Jamaica, brochetas de pesto, ensalada de zanahoria, tomate, quinua nacida y perejil y de postre helado de limón y café hechas en casa (con materia prima de la finca, claro está). ¿Se están relamiendo los labios también? 

Ahora, ya nos vamos a dormir para mañana poder levantarnos temprano y poder aprovechar todo el día, ya que nos esperan muchísimas aventuras Coroiqueñas (o Yungueñas, porque la zona es la Yunga). 

Aprendizaje extra del día: 

Chaiar - invitar a la Pachamama a tomar con uno, tirando un poquito del trago propio al suelo antes de empezar a tomar para pedirle prosperidad. 

"Los bolivianos tienen una adoración con la caca - chancaca (o tapa dulce), el lago Titicaca, el lago Poopó" dijo la linda de mi hermana.