giovedì 17 dicembre 2015

Día 11 - Cochabamba

Hoy empezamos la mañana recorriendo las hermosas calles de Cochabamba, muy similares de hecho a ciertas partes de Costa Rica - partes que son tipo el boulevar de Rohmoser, otras más como
barrio Escalante. El clima, por fin, se siente como si hubiéramos viajado a un lugar donde tienen verano - no está tan caliente como en Liberia, pero al menos sí en San José a medio día - pero sin la humedad fatal de mi linda tiquicia. 



Pasamos por El Prado, el boulevar central de la ciudad y luego fuimos a la plaza más importante, la 14 de Setiembre y recorrimos sus pasillos laterales (están reconstruyendo el centro, por lo que está cerrada en sí la plaza), deleitándonos de una infraestructura totalmente colonial (muy similar a algunas en Nicaragua, Guatemala y Panamá). Entramos ahí al museo de arte (más como una galería abierta) donde había varias obras de arte hermosas, todas con motivos muy típicos bolivianos o tiahanacos, por ejemplo. 



Entramos también a la Iglesia de Santa Clara. Fue muy interesante, porque a pesar de ser una iglesia muy linda, es una muy clásica - blanca, con techos altos, pintada con mucho oro (o dorado al menos!), con muchísimas imágenes de santos y ya. Nada de colores como las otras que hemos visitado. Eso sí, vimos, al igual que en otras iglesias de aquí, decoraciones con motivos masones. 





Cochabamba es la ciudad más importante, gastronómicamente hablando, de Bolivia, especializados en lo que son granos, como el maíz. Sin embargo, tienen un gran problema con el acceso a agua. Nos dice el guía que "no tienen agua pero sí tienen chicha" (para los que no saben, la chicha es una bebida alcoholica hecha a base de maíz, también producida en Costa Rica). 

Un atractivo turístico muy importante de la zona es el Cristo de la Concordia, que está en la cima más alta de la ciudad. Éste es 4m más alto que el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Para subir, se puede hacer en carro, a pie o en teleférico, así que, obviamente, decidimos volar para llegar allí. Es un teleférico más viejo que el de La Paz y con fines únicamente turísticos. De allí arriba se ve enorme y hermosa la ciudad de Cochabamba. Igualmente, hay posibilidad de subir por dentro del Cristo hasta sus brazos, pero no hay visión panorámica o mirador, solamente unos huequitos (que hay desde el set de gradas número 1) de donde se ve la vista de la ciudad. 







(Papi me prestó la gorra :3 )



Pasamos a almorzar antes de tomar camino hacia Sucre en un restaurante donde pedimos un plato típico (no de Cocha pero sí de otras zonas) llamado Charque, que tiene papa, huevo duro, mote (maíz gigantote del que se hace la pasancalla, la palomita gigante de Copacabana), quesillo (queso tierno) y carne (usualmente de llama pero pedimos de res) seca frita (tipo beef jerky). Nos dijeron que el plato era como para 3 personas, pero ni entre 4 lo logramos - no sabemos qué pasa con los platos en los restaurantes bolivianos pero todos todos todos son gigantes. 

Así que nos dispusimos, con buena musiquita (empezando con Sonámbulo a full volumen - necesito solo buenas vibras hoy), buen libro (ya me terminé El origen perdido, así que estoy empezando The Bridges of Madison County, ¡ahí les contaré como me va!), almohadas de cuello, nuevas películas (se compran que vengan varias en un mismo DVD, ¡full piratería aquí!) y ventanas abiertas, a partir para el viaje que tenemos por delante - 6 o 7 horas hasta Sucre. ¡Ánimo, nalguitas! ¡Ustedes pueden con esto! 

De camino, claramente, hicimos paradas para estirar piernas. La primera fue en donde se está llevando a cabo el primer proyecto de energía eólica en el país, con dos torres. La segunda fue en el pueblo de Totora, súper súper colonial y estancado en el tiempo. La tercera en el pueblo de Aiquile, luego de unas dos horas de calle de lastre interminable. En medio de toda la incomodad, el universo nos regaló un precioso atardecer, lleno de magia andina escondida entre las nubes y montañas, para pasar luego a un cielo semi estrellado, con una luna que hemos ido viendo cómo crece y unas luciérnagas que nos guiaron el camino. Así que, no hay mucha queja, a pesar de la incomodidad. 








12mn. Por fin llegamos. 



Aprendizaje del día:
Frutilla = fresa
Chirimoya = guanábana 

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