sabato 13 settembre 2014

Ya en la casita :3

Viva, sana, salva y CANSADA. 

Intento 2

Vos saliendo nuevamente hacia el aeropuerto, esperamos contar con mejor suerte está vez!

Hambre

Dos horas después, seguimos esperando que nos resuelvan que va a pasar con nosotros. Y mientras, nosotros morimos de hambre y desnutrición, sentados en el piso del aeropuerto.  

De vuelta

Bueno, la historia empieza hace unos meses, que nos llamaron de la aerolínea diciendo que habían cancelado el vuelo Madrid-Bogotá, por lo que teníamos que venirnos en el siguiente vuelo, hacer escala de una noche y luego tomar el primer vuelo a San José. Ok. No es lo ideal, pero nos dicen que nos dan cena, noche en el hotel y transporte ida y vuelta. 

Llegamos hoy en la mañana al aeropuerto a tomar nuestro vuelo de San José para ver en la pantalla que decía un (no) hermoso "cancelado". Pánico. Ahuevazón. ¿Y ahora que? ¿Será que nos volvemos como Tom Hanks en La Terminal? ¿Conoceremos a Catherine Zeta Jones? ¿Estoy delirando o sólo es hambre y sueño y jet lag y ganas de llegar a la casa? 

Así que nos encontramos en este momento haciendo la fila a ver que nos resuelven para ir de vuelta a la casa. 

venerdì 12 settembre 2014

Día 21

(Recuerdo incluso con tristeza este día porque lo siento lejanisimo) 

Hoy terminamos de conquistar Londres de la mejor manera posible, nos fuimos en metro a Buckingham Palace (ok, metro: épico. Un poco caro pero hay opciones de day travelers. Nunca tomen el busito turístico en ningún lado. ¡He dicho!) porque, averiguando, nos dimos cuenta que el cambio de guardia se efectuaba de día de por medio y justo nos tocó ese día. Así que media hora antes de que empezara el show, estábamos ahí, de pie frente a la calle principal (sí logran ir, busquen estar frente a los portones que van hacia dentro), desde donde admiramos la marcha de los caballos más guapos y cuidados del mundo (hasta tenían la cola perfecta!), de los soldados (?) con los mega sombreros y de la banda. Es bastante impresionante ver ese espectáculo, especialmente por lo famoso que es. Saber que uno está viendo justamente eso es súper impactante. 






De ahí nos fuimos a la Abadía Westminster, a ver si por fin lográbamos entrar. Después de pagar la entrada (de nuevo los descuentos de estudiante, yay!!) entramos a un lugar un poco tenebrosamente de ensueño. Sigo sin poder describirlo mejor que una iglesia que se ha convertido en cementerio. Es donde esta enterrado todo aquel que ha sido impotante, lords, reinas, reyes, etc. Incluso conocí (la tumba) de la reina Elizabeth I. Debo decir que es impresionante, de esos lugares con los que se te aprieta el pecho al verlos. 

(Hay pocas fotos porque solo en unas partes se permite fotografiar) 



(Foto con dedicatoria a Cris, sorry había olvidado mandártela!)




Luego AleG y yo nos fuimos sin almorzar (yo me comi una frutita en el metro, desmayarme no era una opción!) al Museo de Historia Natural (hay dinosaurios! Y mamuts!) para llegar y encontrarnos un no hermoso rotulo que decía "our dinasours are on holiday". Ale casi se pone a llorar (no le digan que yo dije eso). Igual entramos a ver rápidamente de los museos más chivas que he visto (e igual habían huesitos de dinosaurio!!) 





Muertos de hambre y con ganas de un buen fish and chips nos fuimos a la Torre de Londres, donde ya sabíamos que vendían. Después de comérnoslo viendo la hermosa vista de la torre, nos fuimos al hotel por las cosas, para ir a la estación a comprar té (real, a una tienda enorme especializada únicamente en té. Morí solo un poquito) (miento, morí montones) y, con el corazón hecho un puñito, tomar el tren de vuelta a París. 

Día 22

Hoy en realidad fue un día de transición. Salimos mega temprano de París, donde, camino al aeropuerto, sentimos lo que iba a ser realmente el invierno (salía vaho al respirar y todo) y agradecemos nuevamente al clima por ponerse feito hasta el último día. Tomamos el avión de vuelta a Madrid, donde nos devolvimos una estación (lo juro, aquí aún sigue como de verano, salí en shorts y todo!), fuimos a dejar las valijas al hotel y salimos muertos de hambre a 100 Montaditos por unos montaditos de jamón Serrano y un rico, necesario, delicioso y merecido tinto de verano. 

Luego de dar unas vueltas y dormir un rato, salimos Juanca, AleG y yo a comer para despedirnos de Madrid como se debe: en el mercado de San Miguel. Aclaro que, si van a Madrid, es un MUST en la lista. Hay de todo lo que se les pueda ocurrir comer, un poco caro pero aún sigue estando en el límite de lo accesible. En realidad no es tan caro sí uno se da cuenta de la CALIDAD de la comida. Es de chuparse los dedos. Lo cual hicimos. Repetidas veces. Unas con el jamón. Otras con la paella (la mejor que comi en toda la estadía en España). Otras con las ostras y los chipirones (Ale con los chipirones, yo a los pulpitos bebés no los vuelvo a comer *se pone a llorar*). 

Día 22

Hoy en realidad fue un día de transición. Salimos mega temprano de París, donde, camino al aeropuerto, sentimos lo que iba a ser realmente el invierno (salía vaho al respirar y todo) y agradecemos nuevamente al clima por ponerse feito hasta el último día. Tomamos el avión de vuelta a Madrid, donde nos devolvimos una estación (lo juro, aquí aún sigue como de verano, salí en shorts y todo!), fuimos a dejar las valijas al hotel y salimos muertos de hambre a 100 Montaditos por unos montaditos de jamón Serrano y un rico, necesario, delicioso y merecido tinto de verano. 

Luego de dar unas vueltas y dormir un rato, salimos Juanca, AleG y yo a comer para despedirnos de Madrid como se debe: en el mercado de San Miguel. Aclaro que, si van a Madrid, es un MUST en la lista. Hay de todo lo que se les pueda ocurrir comer, un poco caro pero aún sigue estando en el límite de lo accesible. En realidad no es tan caro sí uno se da cuenta de la CALIDAD de la comida. Es de chuparse los dedos. Lo cual hicimos. Repetidas veces. Unas con el jamón. Otras con la paella (la mejor que comi en toda la estadía en España). Otras con las ostras y los chipirones (Ale con los chipirones, yo a los pulpitos bebés no los vuelvo a comer *se pone a llorar*). 

Día 23

No sé ni que decir de hoy. Refieranse a la entrada que se titula "irse" para entender mi estado de ánimo, muchas gracias. 

Quack

¿Les conté que comi pato en Francia?

Después de llorar un poquito me dije a mi misma que no había forma de no probar el pato sí lo tenía ahí en frente. Crucé los dedos para que no me gustara, supiera feo, tuviera textura asquerosa, lo que fuera con tal de que lo odiara. Cerré los ojos y me llevé un pedacito a la boca y.. Es el cielo. Es delicioso. Es suavecito, sabroso, jugoso, perfecto. 

Puedo ponerme a llorar mucho?

10 horas

¿Que se hace en un vuelo de 10 horas? 

Déjenme contarles que no lo se. No es mi primera vez en un vuelo transatlántico y sigo sin encontrar la solución a este dilema. Cuando se debe dormir? Cuándo comer? Cuándo leer?

En este, por ejemplo, la lista va así:

- leer 

- ver The Time Traveler's Wife (épica, llorar nivel un poquito, mega recomendada para ver en días gays)

- ver Chef (épica, divertida, mega recomdada siempre, hasta a mi me dieron ganas de ponerme a cocinar) (tranquilos, no lo voy a hacer, no quiero quemar mi casa)

- ver la parte épica de X-Men donde el mae (de AHS, gracias ❤️) detiene el tiempo

- ver The New Girl (amo y extraño miles este show!)

- ver los capítulos nuevos que pusieron en el avión de The Big Bang Theory (soy la única que gritó en el capítulo 14 - el del tren en San Valentín??) (es que amo amo amo aaaamo a Amy Farah Fawler) (pero Bernadette es épica también. Estoy en una encrucijada total!) (en el capítulo 18, me siento total y completamente identificada con Sheldon decidiendo ❤️)

- dormir una hora (o fueron dos?) mientras escuchaba Enya y el cd de Ghost Stories de Coldplay (épico, ya lo escucharon completo?? ❤️)

- ver un capítulo de Glee (adelantando partes para solo ver las canciones)

- chepear las pantallas de los demás cuando tenían puesto lo del trayecto del avión para ver cuanto faltaba

- oír a un bebé llorar de vez en cuando (gracias gracias gracias por los audífonos que bloquean el sonido!)

- considerar cuando es apropiado pegarse un tiro o ponerse a llorar. Broma.

- deprimirse cuando aterrizamos porque no es San José aún sino que es Bogotá. 

Irse

Nuevamente me enfrento a esa descomunal pereza que da irse de algún lugar; pereza de hacer la valija, pereza de sacar el pasaporte, pereza de olvidar algo fuera de la valija, pereza de ir al aeropuerto, de pasar por migración y control de equipaje, pereza de esperar al vuelo, pereza de durar horas de horas sentada incomoda en un avión, pereza de.. Demasiado quejumbrosa verdad? Bueno, la verdad es que tengo pereza de irme, tengo ganas de quedarme aquí más rato, de pasear, descubrir, aventurarme; tengo ganas de conocer nuevos lugares, enamorarme de nuevos edificios, nuevos aires, nuevos ríos. Tengo ganas aún de seguir turisteando, de seguir perdiéndome, de seguir equivocándome de metro, sólo para poder bajarme, devolverme y empezar de nuevo. 

Día 20

(Tengo que hacer una búsqueda mental intensa para poder recordarlo todo pero lo intentaré)

Salimos del hotel temprano para dirigirnos al British Museum (le patea los traseros a todos los museos a los que fuimos, excluyendo al de Orsay y al Reina Sofía - específicamente al Louvre. Me doy cuenta que es puro nombre, le quitamos unas cuantas obras de mucha importancia y queda en nada. En cambio aquí hay arte e historia en cantidad y variedad de todo lado) donde nos dedicamos al arte egipcio (mucho amor, mucho amor, sólo que no encontramos las momias), un poco al romano y griego (hay una recreación del Partenón con partes que han ido encontrando ❤️) y otro poco al chino, japonés e hindú (amor por el hindú, sus dioses, sus creencias, sus detalles). Aquí sí que vale la pena dedicarle mucho rato, hay suficiente por ver. 








Después nos fuimos a dar un vuelta londinense, pasando por la Abadía Westminster (que ya estaba cerrada - todo en Londres cierra fucking temprano, me siento nuevamente como paseando en invierno - excepto por una iglesita chivisimamente linda), por el Big Ben y luego nos fuimos AleG y yo al Millenium Bridge para ver el atardecer. Cerca nos encontramos un restaurante griego de morirse del amor de lo rico. 



giovedì 11 settembre 2014

Express

Ocho mil días sin reporte, lo siento. Estamos ya en Madrid, todo va tristemente acabando. 

mercoledì 10 settembre 2014

Día 19

Hoy zarpamos hacia Londres. Ok, zarpamos no es lo correcto, ya que vamos en tren, pero es uno que va subterráneo! Tomamos el tren que va de París a Londres bajo el agua, que llega en 2 horas y media (en realidad  en una y media porque Londres está una hora atrás) para llegar a las 830am y así tener todo el día para nosotros. 

Fuimos a desayunar (obvio esto no paso a las 6am, obvio obvio obvio) a Le Pain Quotidien donde me tomé un POT OF TEA! No miento, era gigantemente delicioso. También comi un scone (morí del amor, gracias). Fuimos a dejar las valijas hotel que está súper cerca de la estación (nuevamente hicimos esto. Muy cómodo para cuando uno llega y se va, resultó ser súper incómodo para movilizarse dentro de la ciudad) y nos fuimos a ver que y como hacíamos. Tomamos el bus turístico (nos habían dicho que el metro era un poco complicado y caro, pero al final eso hubiera sido mejor. El bus queda pegado mucho rato en presas, durando por siempre en llegar de un lado al otro; se acaba SÚPER temprano, el último viaje es a las 6 y algo; no va a todo lado, así que sólo no) y fuimos a la zona conocida e importante, la Torre, el Puente, la Abadía, el Big Ben, el Ojo de Londres y la Abadía. (Asegurense de averiguar bien los horarios de todo, ya que algunas cosas cierran un poco temprano) 





Tomamos un crucerito (-ito porque de verdad fue chiquimini!) por el Thames y luego subimos al Ojo de Londres (exacto para el atardecer ❤️). 




Luego fuimos a recorrer Londres de noche en taxi (sí! De ESOS taxis!) y a dormir. 



lunedì 8 settembre 2014

Día 18

Viendo que solo nos quedaba un día un París y nos faltaban cosas por hacer aún, tomamos la (triste) decisión ejecutiva de dejar Versalles para la próxima visita. Lo se, me rompió el corazón tener que rechazar ir, pero significaba muchas horas en eso y ¿que pasaba sí teníamos problemas con los trenes nuevamente? Además, por ser domingo es gratis. Ustedes dirían "yay!", verdad? No, en realidad no hay nada yay. Llenazo es poco. 

Así que más bien salimos temprano y nos fuimos para Notre Dame, donde subimos a ver una torre (oficialmente puedo decir que pasé por los mismos pasillos que Quasimodo!) (y oficialmente también puedo decir que he tocado una gárgola!!) y entonces puedo decir que es mi iglesia favorita en el planeta entero. Todo sobre ella es mágico y místico y solo, wow. 








Luego nos fuimos a *redoble de tambores* Montmartre. Se acuerdan de esta película de un chico inglés que aspira a ser escritor y llega a París, a la ciudad del pecado, los excesos, la vida bohemia y la revolución para enamorarse de la bailarina principal del burdel más grande de la ciudad mientras escribía una obra para ese lugar? Se acuerdan lo mucho que amo esa película? Hoy fuimos a la cuna de esa película, al propio Montmartre, la ciudad bohemia, artística, libre, feliz, con la vista más espectacular a todo París. 

 (Estaba llenísimo; gracias, querido domingo)

Ahí fuimos a comer (por fin como sopa de cebolla!), a caminar por las callecitas y los parquecitos y luego fuimos a Sacre Cœur, dondenuevamente morí de amor. 

 
Luego, nos fuimos para el Centre Pompideou (un poco de cambio, ya se) donde entramos gratis (ahora sí, yay domingo!) a ver las exposiciones (fui feliz, me alegra ver que hayan tantas cosas de foto moviéndose por esos círculos)

(W. Tillmans)


Día 16

Este día se lo dedicamos un poco al Louvre. Desde ya aclaro, no hagan eso, no se pasen todo un día ahí, yo se que es tentador pero luego se arrepentirán del tiempo perdido. 



Sin embargo, fue una experiencia bonita e interesante. Ver la Mona Lisa así, frente a frente es siempre impresionantemente impactante. 


Al igual que ver la de la libertad (sí, sentí mucha tentación de venir con un bucket enorme de pintura blanca y tirarle un Viva la Vida ahí encima). 


Lo otro que nos encantó y que no pensé que fuera a ser tan chiva fue el arte egipcio. Ver todas esas obras, sarcófagos, momias y demás de los cuales uno solo puede imaginarse fue completamente emocionante. Pensar la cantidad de tiempo que tienen esas piezas de simplemente existir..