giovedì 29 novembre 2012

Barcelona Día 1

Despues de una mañana de ligero estrés y aburrimiento (notese que ya tengo la letra ñ y las tildes correctas!) debido a que había una huelga en todos los medios de transporte italianos justo hoy y mañana de las 9 a las 21 (estoy bateando hasta que hora la verdad) entonces tuve que salir de la casa a las 710, cuando aun estaba oscuro, frío y sin gente. Llegué al aeropuerto felizmente a las 835, me movi a la terminal que era, llegué a las 845 y estaba en mi puerta de embarque a las 9.

La hora de embarque de mi vuelo era a las 14.

Oh, felicidad.

Fa niente, me dispongo a leer de mi hermoso bebé Kindle el segundo libro de la trilogia de Millenium. Luego me acuerdo de un comentario que me hizo mi prima italiana anoche "Y no se te descarga el Kindle? No tenées que cargarlo?" Yo, por rajar de mi super Kindle, dije que no se descargaba tan rapido. Entonces hoy digo, bueno, veamos efectivamente cuanto le quedaba de bateria. Estaba en las ultimas. Bueno, no importa, leo un rato. A los 15 minutos, me fijo de nuevo (lo se, soy un poco paranoica) y veo que habia bajado aun mas la bateria. Oh. No.
En un pequeño ataque de pánico, lo apago y veo el reloj. 930. Es imposible que esté más de 5minutos sin hacer nada, menos aún más de 4 horas. Imposible.

Tuve que recurrir a las tienditas del aeropuerto, en donde gasté al menos 30 minutos, para pasar el rato, mientras buscaba el libro perfecto para leer. El que gano el puesto final fue Bianco Come La Latte, Rosso Come La Sangue. Trata de la historia de un muchacho de 16 años enamorado de una muchacha. El libro resulta super interesante, la verdad, y estoy muy orgullosa de decir que avancé más de 2/3 entendiendo todo.
Entonces, en el aeropuerto tuve que repartir mi tiempo entre el desayuno (capucio y brioche a las 10), el almuerzo (pizza a las 13 menos 10) y leer leer leer.

Al salir a la puerta vi una cara feliz y linda y conocida y linda linda linda. Andre. Despues de tanto tiempo la vi de nuevo. Un abrazo gigante, un (uno solo, no tres o dos) beso y listo, empezamos a hablar como locas. En inglés para que Tamás tambien entendiera, pero eso no impidió que las hablantinas hablaran hasta por los codos.

Me trajeron acá a la casa, me dieron mapita y me dijeron que fuera a dar vueltas.
Salí sin cámara, para poder ver, sentir, oir, oler, tocar, percibir Barcelona primero, para luego verla mejor a través de mi lente.
Luego de ir a La Rambla, a la via akiudsfj (decorada toda navideña :D), a la Rambla del Mar, al Barrio Gotico y de grabar todos los sonidos posibles, me devolví a la casa con frío y hambre.
Decidimos ir por tapas al Bar Ramón, conocido entre los catalanes, desconocido para los turistas, siempre lleno y siempre te hablan en catalán.
Pan con tomate (pan pan pan, lo se, siempre pan!), broquetas (creo que era asi como se llamaba) cabrales, papas bravas, setas salteadas, almejas al vapor, todo acompañado de té frío y luego una copa de vino tinto.

Regresemos a la casa con el viento en nuestra cara, con el inicio del invierno latiendo en el aire, con el corazón feliz de estar con Andre, de estar en Barcelona.

1 commento:

  1. Que emoción!!!! Ya me imagino todo lo que haré cuando yo llegue, lo puedo ver a través de tus historias!!

    TE AMO!!

    Momo

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