lunedì 10 dicembre 2012

Orozco Odio en la conquista de Italia - Día 4

Hoy empezamos nuestro día un poco tarde porque nos quedamos un poco dormiditos en la mañana, por lo que salimos del hotel a las 10 ya bañados (tengo que admitir que yo no, pero ahorita me voy a bañar, lo juro!), desayunados (desayuno buffet americano pero buehhh...) y con la reservación del hotel de Roma hecha (opción más barata proveída a nosotros por medio de la página booking.com ).
Del hotel nos dirigimos al área de Santa Maria Novella, para primero comprar los tiquetes a Roma de mañana, luego a ver la iglesia, pero resulta que cobran entrada entonces siempre no.. luego nos fuimos a una plaza que obvió no recuerdo el nombre, luego a Piazza de la Signoria, donde está el lugar donde gobernaban los famosos y poderosos señores Medici, dueños en aquel entonces de toda Firenze. El lugar es espectacular, es enorme, altísimo, con detallisimos en todo lado, con estatuas en frente todas talladas en mármol, incluida una de las copias del David, y una fuente con estatuas también. Con sólo ver estos detalles se comienza a entender el súper poder que tenían estos señores.
De ahí nos fuimos a la Gallería Degli Uffizi, donde están expuestas las más importantes obras de arte del mundo. Lastimosamente, los lunes esta cerrado y resulta que hoy es lunes. Pues nada que hacer. De ahí se llega directamente al Lungoarno (Arno es el nombre del río que separa la campagna - es decir las afueras - de la ciudad en Firenze) y de ahí se ve perfectamente hermoso y divino el amado y esperado Ponte Vechio (agregar corazones y caritas felices). Es perfecto. Es divino. Es viejo como todo en estas ciudades pero es que es hermoso, en serio. Tiene el paso para las personas, luego encima una calle con casas, bueno negocios de joyería en realidad, y encima de estas casas el paso que usaban los Medici para pasar de su lugar de trabajo - Palazzo Vechio, frente a la Piazza de la Signoria, por sí ya no se acordaban - a su hermosa y humilde (not) casa de habitación, el Palazzo Pitti. Cruzamos este perfecto y divino puente, para ir a esta pequeñísima Villa donde vivían. Esta pequeñísima casa en donde pasamos como 3 horas o más y realmente no pudimos correr ni la mitad. Por ser lunes, una parte estaba cerrada, entonces solamente pudimos entrar al área de los jardines (enorme, con su propio anfiteatro con estilo original romano, con sus estatuas, con la vista de la ciudad de Firenze, caminos que parecen laberintos, iglesia, fuentes, etc.) y una pequeña parte del edificio central (porque tiene más edificios, claramente). Los otros pisos estaban cerrados. Si. Otros pisos. Con la entrada que compramos teníamos acceso a dos de los jardines, al museo de Argento, en donde se ve un ala del primer piso, donde están exhibidos todos los artefactos de oro y plata y mesas y adornos y detallistas y una parte de las joyas de la familia Medici. Son alrededor de diez salas, quizás más, llenas de cosas por ver. Todas estas salas están pintadas con frescos en las paredes y los techos, probablemente hechos por los artistas que financiaba esta familia. Luego nos estábamos muriendo de hambre, entonces comimos en el cafecito que estaba en el ala contraria. Cuando terminamos fuimos a la siguiente exposición que podíamos ver, que estaba en el tercer o cuarto piso, no se, tuvimos que subir un montón de escaleras. Este era la Gallería del Costume, es decir de los trajes. Entonces son otras diez salas o más llenas de los vestidos usados en la época, también algunos zapatos y sombreros,  que databan de 1600 algo y 1700algo y algunos otros que son nuevos, diseñados para esta misma gente o con el motivo de conmemorar esta gente. Era increíble. El detalle, la evidencia de la época, de la influencia social en las mujer, la forma del vestido de acuerdo al ideal de belleza de la época. Increíble, estas salas, obvio, también súper recubiertas de detalles. Mezclada con esta exposición estaba una muestra de la cultura indígena de Norteamérica, que también resulto muy interesante. Un nos quedaba por ver el museo de porcelana,  pero eran ya las 16 y cierran a esa hora. Nosotros, un poco agotados, nos dirigimos hacia el lago, viendo el atardecer con la vista de la torre del Palazzo Vechio, del Duomo, de la hermosa ciudad. Esta vez cruzamos en otro puente para así poder tener la vista del Ponte Vechio. Luego nos dirigimos al area del Duomo (queríamos hacer de nuevo Piazzale Michelangelo para poder tomar fotos y luego San Miniato, pero ya estaba oscureciendo) y de camino nos encontramos un Grom, famosa gelateria italiana que hace el Gelato como antes, es decir, como se debe. Después de un rico Gelato de Nocciola, Crema Grom y Limone, nos fuimos a ver el Duomo, estaba cerrado. Ok, será mañana. De vuelta al hotel entonces. Pero de camino nos encontramos esta tienda de libros y dibujos y cosas así viejas, entonces entramos y Cris y yo nos quedamos un ratote. Encontramos una carta postal enviada desde la Lombardia a Firenze en los 30, la foto es increíble, impresa en papel fotográfico viejo, riquísimo, a solo 0,50€ un libro de turimo de Firenze de los 30s también a 8€ que logramos reducir a 5€, y dos partituras de música escritas con pluma y todo que nos costaron las dos 2,50€. Toda una ganga! Luego, caminando por la calle vimos un puestito de libros usados en donde compramos un libro de Alberto Moravis y uno de post caras de los dibujos de Georgia OKeefe a sólo 2€ los dos. Otra ganga!
Luego agotados,

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