mercoledì 19 dicembre 2012

Despedida. (escrito el 16 dic)

Escribo esto con el corazón en la garganta, con los ojos llenos de lágrimas y aún un poco en estado de negación.
Estamos ya en el hotel, después de un lindo y perfecto último día en Italia.
Llegaron papi y mami de Bellinzona, nos despedimos del Nonno que estaba ahí en la casa (llorar nivel menos 1, es decir llorar sin que los demás lo vean, es decir, que se le rompa un poco el corazón a uno porque no se cuándo veré de nuevo a esta persona tan linda y especial y cariñoso que se volvió otro abuelito más para mi) y nos fuimos rápido a dar una vuelta por Como, primero a ver la exposición de los chicos de Senegal, después a la Feltrinelli y al que era el antiguo colegio de la nonna, para tomarnos la foto oficial en frente de la puerta. Luego subimos a Brunate con la furnicolare, fuimos a comer la polenta viendo la linda linda vista y  luego bajamos a Como. Planeábamos regresar en el furnicolare de las 1615, para estar en la casa a las 1630 como habíamos dicho, pero no existía el de las 1615, era hasta las 1630, entonces, como babositos, esperamos el siguiente. Llegamos tarde a la casa, nos tomamos un té rápido y montamos las valijas al carro. De ahí nos fuimos nosotros 4 y el Fabio y la Isabella a la iglesia para la actividad de los scouts que había hoy. La misa, como la de la vez pasada, súper linda, porque es mucho más ligera y tranquila que las demás entonces no me aburro. Esta vez no cantó la Ceci, pero había coro y estaba ahí Teo, entonces estuvo lindo también. Después había una cena del plato típico en el esta época: trippa. Es decir, tripa. Es decir, mondongo. Es decir, no puedo, realmente no puedo comer eso. Por dicha había también pasta, entonces eso comimos los 4. La cena linda, pudimos hablar bastante con la Daniela, mama de la Marta, y con los papas de la Lara. Luego hablamos un rato con Giulia y con Teo.
Al final de esta cena, el Fabio y la Isabella nos traían acá al hotel, que esta cerca de Malpensa, el aeropuerto de donde salimos mañana. Entonces después de la sobremesa no quedaba más que despedirse. Decir que se me empapan los ojos de lágrimas al pensar en esto es poco, porque realmente no se empapan, ni se aguan, son cataratas, ríos, lagos, océanos que salen de mis ojos en este momento. Despedirse es de las cosas más duras que se deben hacer en la vida. Es horrible porque hay una parte de uno que esta feliz, que esta agradecida, que sonríe con los recuerdos, pero hay otra parte que se le rompe en mil pedacitos el corazón porque realmente no se cuándo voy a verlos de nuevo. Siempre están el correo, el skype, el Facebook, pero esto, poder abrazarlos, verlos hablar entre ellos, verlos sonreír,  oír sus risas, esto es algo que no se cuándo lo voy a poder vivir de nuevo. Es triste decir "nos vemos pronto", porque aunque sabemos que "pronto" no es un "nunca", no sabemos realmente definirlo, no le podemos poner fecha, no le podemos poner límite. Sè, en mi corazón y en mi mente, que esta no va a ser la única vez que los veo, sè que nos veremos de nuevo, sè que esta amistad que creamos acá no es una que se termina, sino una que se guarda por siempre en el corazón, que se tiene siempre cerca de uno, que le calienta el alma cada vez que se piensa en ella. Esta amistad creció de desconocidos hace unos meses a ser hermanos en este momento.
Es lindo haber venido a Italia, lindo conocer los lugares lindos e impresionantes que tiene por ofrecer, con historias magníficas. Es lindo comer bien, practicar el idioma. Pero lo más lindo de todo es encontrarse gente así de especial, gente con un corazón de un tamaño enorme, gente que se da a querer por ser así de especiales. Lo más lindo es sentir este amor tan grande hacia ente tan linda. Todos, desde la Isabella y el Fabio, a sus 5 lindos hijos (Giacomo, Giovanni, Filippo, Giulia, Teo) y sus novias (Lara y Marta) y primos (Ceci) y amigos (Marcolino, las chicas), hasta el Nonno Mario, fueron especiales desde el inicio del viaje, haciéndome sentir como en casa, haciéndome sentir una amiga, haciéndome sentir parte de la familia, como si fuera otra hija, otra hermana, otra nieta. De este último mes realmente no cambiaría nada, lo repetiría mil veces, porque ha significado que mi corazón ha crecido y se ha nutrido de vivir con las personas más especiales que he conocido. Antes de venir, pensé que este sería un viaje que me cambiaría, pero en realidad lo que hice fue crecer, lo que sucedió fue que mi corazón creció gracias a las lindas personas que conocí acá. Creo que no podré nunca terminar de expresar mis palabras de agradecimiento, porque no son palabras que se pueden decir, son cosas que simplemente se sienten, muy muy adentro del alma, se sienten.
Como dije antes, esta experiencia queda y quedarà grabada en mi corazón, no me abandonara nunca. Este mes es al que volveré a ver cuando necesite ánimo para seguir adelante. Este mes y esta gente estarán siempre en el lugar más lindo y especial que puedo darles en mi corazón.

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